Entre noviembre de 2013 y mayo de 2014, en cuatro países de Centroamérica se celebran procesos electorales para elegir autoridades nacionales, legislativas y municipales. Mientras que en Honduras (noviembre 2013) y Panamá (mayo 2014) se trata de elecciones generales, en Costa Rica (febrero 2014) se renovarán sólo los Organismos Ejecutivo y Legislativo; y en El Salvador (febrero 2014) únicamente el Ejecutivo.
En la presente edición de la revista PANORAMA CENTROAMERICANO/Reporte Político, del INCEP, se presenta un breve panorama acerca de la problemática más amplia en la que dichos procesos se enmarcan, y que en muchos casos contribuye al descrédito y desconfianza de la ciudadanía hacia los partidos políticos y las instituciones políticas.
Los signos de debilitamiento y deterioro que muestran los sistemas políticos centroamericanos constituyen “obstáculos para avanzar hacia el desarrollo y la democracia”. Esto ocurre en buena medida, porque los partidos políticos no están ejerciendo su función de intermediación y representación política.
Sin embargo, más allá de las generalizaciones que se pueda hacer acerca de la región, también es pertinente reconocer que dentro de cada proceso y dinámicas nacionales y regionales, hay esfuerzos de algunos partidos políticos por aportar al fortalecimiento de la democracia y contribuir en la solución de los graves problemas nacionales y regionales, obstaculizados en muchos casos por poderes paralelos, grupos de interés, y la debilidad misma de los Estados centroamericano.